Será una cuestión de percepciones, supongo, y que
con esto de tanto odiar, lo que no genera horribles sentimientos en mi interior
me resulta insubstancial. Pero el caso es que cada día me aburren más las
historias de la gente.
No hablo de las historias de nuestras amistades o
familiares (que esas, aunque nos importen un comino, nos las tenemos que tragar
como parte del protocolo social).
Existen un tipo de personas que aprovechan
cualquier ocasión para desahogarse de sus penas: tengo mil problemas que no
puedo solucionar…, no tengo trabajo…, no tengo dinero…, la enfermedad me acecha…,
me ha dejado mi pareja… No es cuestión de querer ser insensible, pero aquí cada
cual, que se aguante su vela. ¿Ir aireando por ahí tus intimidades va a ayudarte
a superarlas? Pues seguro que no. Será un desahogo y si empatizan contigo igual
te sientes un poco mejor durante un ratillo, pero poco más.
Pero quienes son de verdad insoportables y no
tienen excusa de ningún tipo son las personas que se quieren más allá de lo
impensable y desean que les queramos tanto o más. Llamar a esas personas narcisistas
no es suficiente y habría que inventar alguna otra palabra para definirlas. Son
las mejores en todo, o como mínimo en su campo y aprovechan cualquier ocasión
para hacértelo saber. No les importa si te impresionan o no, que aunque pongas
tu mejor cara de póquer mientras alardean de sus miles virtudes y la
magnificencia de sus actuaciones, se van a ir con el convencimiento de que te
has enamorado y que les vas a tener en el pensamiento durante mucho tiempo.
La
comunicación es un asunto complicado, y menos operativo de lo que
debería, así que mientras encontremos la forma de evitar a estos
monologuistas del ego, lo mejor será seguir asintiendo con la cabeza y
soltando muletillas en el momento adecuado mientas pensamos en nuestras
cosas, y en a quién se las vamos a contar en cuanto podamos.
Sr. Odio :^P
Sr.Odio, ponga especial atención a las mujeres que fuman Ducados! son como un taxi con mampara, suelen tener una historia chunga que contarte y que no te apetece oir
ResponderEliminarAcabo de descubrir tu blog, esto promete. Un saludo