domingo, 25 de diciembre de 2011

Y el séptimo día odió la situación que sufren las farmacias.


Empezamos la nueva andadura con una sugerencia, espero que sea la primera de muchas más. ¡Vamos!

Y es que no hay nada más injusto que trabajar y no cobrar. Esto es lo que ocurre, que al final es el sector privado el que subvenciona al público cubriendo los gastos y los excesos que hace por otros lados.

Las farmacias son la punta del iceberg (Por lo menos la que más se está viendo estos días), de pequeños y grandes dramas que la deuda pública provoca sobre todo al pequeño y mediano empresario, con el daño colateral de sus empleados, claro.

Al final, es la serpiente (nunca mejor dicho) que se muerde la cola, las farmacias no cobran los medicamentos, y no pueden pagar a los proveedores. Los proveedores no cobran de las farmacias, y dejan de suministrarles. O son los farmacéuticos los que tienen que pedir préstamos a bancos para poder subvencionar a la administración.

Porque nadie trabaja por nada. Y aquí tenemos al farmacéutico, que por una parte su negocio es un servicio público. ¿Con que cara le dices a una persona enferma “No te doy los medicamentos, porque la administración no me los va a pagar”?. Por otra parte tiene una empresa, necesita cobrar para pagar gastos, y para reponer medicamentos. Intenta ir a comer a un restaurante durante un mes entero sin pagar, a ver en cuanto tiempo se le termina la paciencia al dueño.

Pero aquí no acaba este festival de despropósitos. Cuando las farmacias actúan, en legítima defensa, la administración amenaza con sanciones. Creando otra paradoja, quien está provocando el problema, no solo es quien no puede ser sancionado, si no que además tiene el poder de sancionar a los que no obedecen como tiernos corderitos, indignante.

¿Cuándo la administración pública tendrá las prioridades que tienen el resto de personas, y dejará de vivir en su particular mundo paralelo?

En cualquier caso ¡Felices fiestas a todos!

Sr. Odio :^P

domingo, 18 de diciembre de 2011

¡Reapertura!


Hola a todos de nuevo, reabro el blog con una promesa. Poner una entrada semanal. Y para hacer firme mi compromiso, cambio el nombre del blog a “Y el séptimo día odió”. De esta manera tengo una obligación con el nuevo nombre para escribir una entrada todos los domingos. La estructura de las entradas será la misma. La única diferencia es que el título empezará con “Y el séptimo día odió…” en lugar de “Odio…”

Recordar que el mail de senor.odio@gmail.com sigue abierto para vuestras sugerencias. Ya sabéis, si queréis odiar algo, enviarlo, y lo haremos una entrada.

Poco más que contar hoy, sólo esperar que os guste, y nos vemos el domingo que viene con un nuevo odio del que deshacernos.

Sr. Odio :^P