miércoles, 5 de enero de 2011

Odio a l@s hij@s de perra que no recogen las heces de sus mascotas.

Y es que me invade una ira homicida y me arde la sangre cada vez que piso una de esas minas que hay en calles y aceras.

Esa sensación tan desagradable en el momento en que la chafas y notas la textura bajo tu suela, mientras recuerdas todo el arbol genealógico del animal que pasea a su mascota y te ha dejado ese regalo.

Ese olor que te acompaña hasta casa si no has podido quitar bien todos los restos que hay bajo tus pies.

Las personas que no recogen las mierdas de sus mascotas, deberían ser tratados igual, por lo que todos deberíamos tener derecho a ir a sus casas y defecar en medio de su pasillo, cocina, comedor... Sin avisar, así con un poco de suerte ellos también podran compartir esa agradable sensación.

Pero al final de todo nos encontramos con lo mismo de siempre, y es una socidedad en la que el civismo y la educación han sido sustituidos por un egoismo salvaje.

¿Cuándo nos daremos cuenta de que no vivimos solos en el mundo?

Sr. Odio :^P

5 comentarios:

  1. Feliz año!!!...bue..tu descripcion es tan cierta que da asquito...jajaj...creo que vivimos en una sociedad egoista, en algun momento espero q crezcamos, besitos

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  2. A ver si vamos cogiendo un poco de conciencia.

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  3. Hola! es muy desagrable, pero es más desagradable lo que haría yo: se las haría comer a sus amos. Cerdos!

    que bien que publicases! :D

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  4. Eso tambien seria un castigo justo :)

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  5. Cuanta razón tienes.
    yo vivo en Córdoba y todos los días para llegar al trabajo tengo que ir esquivando minas.
    Lo peor de todo es que los dueños de esos perros suelen ser gente agresiva y si le recriminas algo puedes verte en un problema.
    Incluso algunos son agentes de la ley, así que no se puede hacer nada.

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