lunes, 26 de agosto de 2013

Odio la mala educación



Y es que ser educado cuesta bien poco, o al menos eso pensamos unos cuantos.

Desde criaturas gritonas que exigen lo que consideran suyo con un despotismo alarmante a conductores que con tal de ganar cinco metros serían capaces de llevarse por delante a una anciana empujando un carrito de bebé, cada día vemos tal serie de atropellos al respeto que se empiezan a echar de menos aquellas clases de urbanidad que los alumnos ochenteros aborrecían en su momento.

Algunos ejemplos de mala educación que vivimos a diario y que asumimos como naturales:

- Que no se pidan las cosas por favor.
- Que no se den las gracias tras recibir algo.
- Que un "Hola" o "Buenos días" no vaya seguido de estas mismas palabras.
- Que te empujen y no se disculpen.
- Que no aguanten la puerta del ascensor/portal/comercio cuando vas a entrar.
- Que en un paso de peatones no pare nadie.

Y esto solo haciendo el recuento en una mañana.

Seguro hoy te ha pasado alguna de ellas, seguro que a todo el mundo le parece fatal que le traten así, seguro que nadie se reconoce haciendo estas cosas.

¿Y quién son entonces los maleducados?; ¿la vecina de enfrente?, ¿el dependiente de la tienda?, ¿Todos menos yo?


Sr. Odio :^P

3 comentarios:

  1. que temita tan importante, creo que nunca debemos perder el sentido de la educacion y ubicacion...odio no tener razon, jajaj...feliz comienzo de semana!

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  2. Y eso será de las pocas cosas que has visto de hoy, ya era hora que volviera el Sr. Odio!! :P

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  3. Se relajan las formas, Señor O. Se relajan mucho las formas. Y si vieras la cara que pone alguien cuando le sostengo una puerta, te meas, te miran en plan: "Que quieres de mi pervertido?". Así está el plan. No podrías tener más razón en todo lo que has expuesto.

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