lunes, 4 de agosto de 2014

Odio a “ciertas” clientas

Otra colaboración nos llega a Sr. Odio y queremos contaros un pequeño secreto al respecto. Las dependientas y dependientes son personas.

Y es que mi trabajo de dependienta en una tienda de ropa me da para escribir una Biblia sobre las clientas. Que sí, que las dependientas no vamos a buscar las tallas, que decimos lo que queréis escuchar, que somos maleducadas... Todo esto y lo que queráis, pero yo estoy al otro lado y os voy a contar.

Desde hace algunas semanas he visto como impotente me han llamado “imbécil”, “mierda”, y mucho más, clientas que han venido a la tienda. Y ¿por qué? Porque, entre otras cosas, después de ver como sus hijos e hijas se creen que están en Port Aventura jugando con la ropa que después la gente compra, me acerco a ellas y les digo en un tono normal: “¿Podrían decirles a sus niños (salvajes) que con la ropa no se juega?”. Algo que a mí me han enseñado desde pequeñita, ya no entramos en que son niños y no saben lo que hacen. Sí que lo saben y estamos hablando de EDUCACIÓN.

Educación que brilla por su ausencia. Ya os adelanto que no nos llamamos ni “chica”, ni “oye”, ni “chss”, ni “mírame esta talla”. En todo caso nos llamamos: “Perdona”, “Disculpa”, “Te importaría”. Y con esto nos tienes ganadas porque un “Hola” cuando vas a pagar y un “Gracias” cuesta bien poco y podría contar con los dedos de las manos cuantos recibo al día.

Y todo esto lo hablo desde mi posición, siempre intento atender con una sonrisa y un “Buenos días”, “Buenas tardes”, y cuando la sonrisa me falla porque no puedo más, la educación si que no la pierdo, eso nunca.

P.D.: Habrá segunda parte.

4 comentarios:

  1. Trabajar de cara al público es muy sufrido. Yo también he lidiado con clientes que... uffff, podría escribir una trilogía. Al final lo único que queda es armarte de paciencia y pensar: mañana será otro día.

    ¡Un saludo!
    Patricia.

    ResponderEliminar
  2. aunque suene un poco cursi, solo falta sr. Amor no?

    ResponderEliminar
  3. Jajajaj me siento identificada contigo. Tienes toda la razón. Es muy duro soportar a gente tan desagradable

    ResponderEliminar
  4. Pues sí, tienes mucha razón. No les cuesta nada decir hola y dar las gracias, es lo que toda persona educada y respetuosa hacemos. Estoy deseando leer la segunda parte :P Un saludo :)

    ResponderEliminar