lunes, 6 de abril de 2015

Odio ir a comprar a los centros comerciales.

Directamente desde "la librería perdida" nos llega este desgarrador relato. Esperemos que la disfrutéis.

Sí, es una verdad inquebrantable, mi última odisea fue por querer ir a comprar unas maderas para forrar una pared. Todo empieza cuando llegas al centro comercial todo sonriente con la furgoneta de tu amigo, porque claro, todos tenemos un amigo con furgoneta. Lo primero que descubres al empezar a bajar para acceder al parking es que por poco no chocas con el techo. Pasado ese trauma la furgoneta se desplaza por el parking de con una dudosa distancia entre los fluorescentes y ella, llegando al punto de pensar que chocaras con alguno.

Superado el primer tramo de caos en el cual empiezas ya por odiar el parking, toca subir, para ello te dispones a coger las escaleras mecánicas. Cuando las empiezas a subir descubres que esa era la peor elección posible. Allí, en medio de las escaleras siempre está el clásico grupo de elementos que las ocupa por completo sin dejar espacio para que otra gente pueda avanzarles. Entiendo eso de “tú libertad termina donde empieza la mía”, pero yo tengo que tener mi libertad para no tener que detenerme, algo que los susodichos son incapaces de comprender.

Tras la escalera te diriges a tu destino, y te recorres todo el almacén hasta el fondo ya que es allí donde tienen las maderas que tú quieres. Llegas todo feliz y descubres que el precio que habías visto días antes ya no está y el actual es tres veces el que viste. En ese momento empieza a invadirte un ansia asesina hacia los que te rodean, en concreto hacia los trabajadores a pesar de no tener culpa directa de tu desgracia. Superando ese momento en el que casi se te empiezan a salir lágrimas a causa de la subida de precio, decides cogerlas al precio que están, pues estás decidido a realizar tu trabajo en casa.

Cargas tus maderas en el carrito que has cogido previamente, un carrito que ni por asomo está preparado para llevar ese peso ni obviamente el tamaño de las maderas. Vas arrastrando el carrito como puedes y sorprendentemente la gente a pesar de ver que te cuesta llevarlo hasta la caja ¡no se aparta! Tú, el pobre desgraciado que a duras penas puede llevar ese carro eres “El elegido” aquel que puede esquivar a todo el mundo a pesar de la dificultad. Todo va bien, o lo bien que puede ir mientras odias a todos los que te rodean cuando aparece “La niña”.  La niña es ese ente cuyos padres no vigilan y que ronda los 8-10 años, que justo cuando te acercas ella, te ve y piensa “Jajaja, será muy divertido ponerme delante”. Tienes que frenar como puedes para no arroyarla a pesar de que en el fondo lo quieres, lo merece, ha saltado delante de ti adrede.

Tras esquivar a la niña llegas a caja y piensas “bien, lo he conseguido, voy a poder salir”. Tras pensar eso te dicen el coste de tus maderas y resulta que es extrañamente elevado. Vuelves atrás, si, al fondo de nuevo, pero esta vez con tu carro lleno de maderas. Vuelta a esquivar a toda la gente. Cuando finalmente llegas compruebas que allí no tienen ningún tipo de sistema de organización. El supuesto precio de las maderas que habías visto era de otras, pero las que estaban debajo de él ¡eran las tuyas, las que has cogido!

Te detienes allí un rato, tanto como para retomar el aliento como para pensar sobre que maderas te interesan más. Al final decides que las que tienen el precio más elevado ya que llevan barniz y las otras no. Vuelves a ponerte en marcha con la esperanza de no volver a encontrarte a la niña y lo consigues, no se cruza en tu camino y logras llegar a caja sin incidentes. Una vez te has desecho de tu dinero, bajas al parking por un ascensor, no quieres volverte a encontrar con los elementos de las escaleras. Cargas todo en la furgoneta y guardas el carro con el que querías arroyar a la niña. Subes a la furgoneta, y por último, otra vez el susto cuando crees que vas a chocar con el techo de la salida.

7 comentarios:

  1. Jajaja me ha hecho gracia tu relato, @IFriedKin Perdón, pero tiene su punto cómico. Yo también odio ir a los centro comerciales, me agobian, por diversas razones. Saludos :)

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    1. Nada de perdón, esa era mi intención. Me alegro que te haya gustado ^^
      Gracias por leerme, un abrazo :)

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  2. IFriedkin, enhorabuena, gran entrada
    Sr Odio, tendrás mucho Odio acumulado de estos meses de descanso, no? Pues ya sabes, que no se quede dentro que es muy malo jajaja

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    1. La verdad es que hay poco odio acumulado jajajaja de momento estaremos todo abril.

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    2. Gracias por leerme, me alegro de que te haya gustado :D

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